Las metodologías ágiles para la gestión de proyectos, se han vuelto una tendencia para el desarrollo y entrega de productos y servicios, ya que, a diferencia de las metodologías tradicionales, en “cascada”, se enfocan en la entrega acelerada de resultados y con un enfoque a los requerimientos de los usuarios, lo que agrega valor a esta. De entre las diferentes opciones, SCRUM se ha convertido en la metodología más utilizada, al ser un framework adaptable, iterativo, flexible y eficaz, diseñado para ofrecer un valor considerable en forma rápida a lo largo del proyecto, al tiempo que puede ser aplicado en casi cualquier industria y tipo de proyecto.
A continuación, daremos un repaso sobre las características generales de SCRUM y forma de operación, ventajas de su implementación y particularidades.
Como ya se mencionó, es una metodología ágil, adaptable y flexible cuyo concepto básico visualiza un proyecto no como una carrera de relevos (en cascada) sino como un juego de Rugby (colaborativo) en el que todo el equipo pasa el balón entre ellos para ganar el juego.
En líneas generales, SCRUM se puede adaptar a todo tipo de proyectos, sin importar el tamaño, con grupos de trabajo pequeños y grandes, enfocados a la entrega de un producto y servicio adecuado a las necesidades de los usuarios, ya que a diferencia de un proceso en cascada (waterfall), no se define desde un principio las características totales de los entregables, sino que se van adecuando conforme se realizan las revisiones, mismas que son periódicas. De ahí que se defina como un proceso iterativo y empírico.
El framework de Scrum está estructurado de tal manera que es compatible con el desarrollo de productos y servicios en todo tipo de industrias y en cualquier tipo de proyecto, independientemente de su complejidad.
Por “ágil” no sólo se entiende que entrega de forma rápida sus productos, sino también que se adapta conforme avanza el proyecto e integra los cambios y adecuaciones necesarias rápidamente, para cubrir todas las expectativas de los usuarios finales.
Inicia con la definición del proyecto, en la que se revisa por parte de los propietarios del producto (Product Owners) los aspectos generales y se prioriza cuales son los entregables más importantes; con base a estos se descomponen en actividades más discretas, mismas que se trabajaran en ciclos denominados sprints, que tienen una duración de entre una y seis semanas y al final de cada uno, se debe obtener un entregable.
Cada entregable será revisado por los involucrados y los usuarios antes de su aceptación, cuyos comentarios se integrarán de forma iterativa para continuar con los subsecuentes; esta entrega acelerada permite corregir las omisiones en el concepto original y agregar valor al producto para cumplir de forma integral con los alcances del producto o servicio.
Esto además contribuye a un Retorno de la Inversión (RSI) más pronto, al tener los entregables de forma anticipada y se puedan enfocar los recursos en otros aspectos del proyecto.
Además, la conformación de grupos pequeños de trabajo permite que los involucrados puedan avanzar a la mayor velocidad posible, y al enfocarse en actividades muy específicas, proveer la calidad requerida en cada entregable, lo que, en la teoría, se podría continuar de forma ininterrumpida durante largos períodos.
Estas son algunas consideraciones cuando se comparan ambas metodologías.
Característica | SCRUM | Tradicional |
---|---|---|
Enfoque | A las personas | Al proceso |
Documentación | Sólo la necesaria | Integral |
Proceso de desarrollo | Iterativo | Lineal |
Planificación anticipada | Reducida | Alta |
Enfoque de calidad | En el cliente | En el proceso |
Organización | Auto-gestionada | Centralizada |
Medición del rendimiento | Valor al negocio | Conforme al plan |
Retorno sobre la Inversión (RSI) | Durante todo el proyecto | Al final del proyecto |
Participación del cliente | Alta durante todo el proyecto | Variable de acuerdo al ciclo del proyecto |
Transparencia del proceso | Alta | Variable de acuerdo al ciclo del proyecto |
Todas estas características de desprenden de sus procesos, principios y funciones, que se podrán desarrollar en entregas posteriores.
Una metodología ágil, no porque entregue más rápido, quiere decir que no ofrece la misma calidad que un enfoque tradicional o que es para proyectos “pequeños”; por el contrario, tiene la concepción de ofrecer el máximo de calidad en un período corto, con equipos de trabajo especializados. En este sentido, SCRUM es no sólo una de las más utilizadas, sino que ha logrado un nivel de madurez que ha permitido extenderse en múltiples rubros y tipos de proyectos.
Por supuesto, es necesario tener un nivel de capacitación y experiencia para utilizarse de forma exitosa en un proyecto, por lo que es conveniente conocerlo más y acercarse, en caso necesario, con un experto que nos ayude a obtener el máximo provecho de esta metodología.
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