Una buena mezcla

  • infraestructura, evaluación socioeconómica y asociación público privada.
  • Mayo 2021.
  • H. Madrid.

Parte 3: Infraestructura sostenible y resiliente


Hacer que las cosas duren.

Estos son dos términos de gran importancia que deben ser claros, ya que son epicentros de la nueva estructura de proyectos de inversión.

Infraestructura sostenible.

La infraestructura sostenible se refiere a proyectos que, desde su planeación hasta su desmantelamiento, aseguran la sostenibilidad económica y financiera, social, ambiental (incluyendo la resiliencia climática) e institucional.

El desarrollo sostenible es el que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.

Brundtland Commission, 1987.

Sostenibilidad económica y financiera: Hace referencia a la generación de un rendimiento económico neto positivo, teniendo en cuenta todos los beneficios y costos durante el ciclo de vida del proyecto.

Sostenibilidad ambiental y resiliencia climática: Es la que preserva, restaura e integra el entorno natural, incluyendo la biodiversidad y los ecosistemas, apoya el uso sostenible y eficiente de los recursos naturales, limitando los tipos de contaminación durante el ciclo de vida del proyecto. Están posicionados y diseñados para garantizar la resiliencia ante los riesgos climáticos y desastres naturales.

Sostenibilidad social: La infraestructura sostenible es inclusiva y debe servir a todos los grupos de interés, incluidos los pobres y vulnerables, y contribuir a mejorar la calidad de vida y el bienestar social a lo largo del ciclo de vida del proyecto.

Sostenibilidad institucional: Debe alinearse con los compromisos nacionales e internacionales. La sostenibilidad institucional se ve favorecida por una capacidad institucional robusta y unos procedimientos claramente definidos para la planificación, adquisición y operación de proyectos.

Su impacto no puede ser menospreciado, en un estudio realizado por el BID en 65 proyectos de infraestructura repartidos en Colombia, Costa Rica, Chile, México, y Perú, para entender la relación causa-efecto del incumplimiento de normas ambientales o en las medidas de manejo; los resultados nos muestran el elevado coste de no planificar adecuadamente el desarrollo de infraestructura desde la perspectiva medioambiental, social, y predial, como se muestra en la siguiente tabla.


Conflictos en tenencia de la tierra Sobrecostos cercanos al 80%
Conflictos ambientales Sobrecostos entre el 15% y el 70%
Conflictos sociales Sobrecostos entre el 11% y 68%

La normatividad de la SHCP ya refleja varios de estos aspectos, al requerir que se generen beneficios netos a largo plazo, los análisis y autorizaciones de recursos, la parte institucional se prevé en la alineación del proyecto a la planeación gubernamental.

Infraestructura resiliente.

La resilencia es la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse.

La resiliencia de la infraestructura es una característica para superar adversidades como cambios climáticos, políticos, normativos y presupuestales.

El clima extremo y los desastres naturales son dos de los riesgos más probables y de mayor impacto que se identificaron en el informe del Foro Económico Global de Riesgos de 2017. Las Naciones Unidas estiman que el costeo mundial de los desastres naturales de 2003 a 2013 fue de 1,5 billones de dólares estadounidenses, y que estos desastres afectaron a más de dos mil millones de personas.

La planeación de la infraestructura debe definir cómo controlar los riesgos a los que se enfrentan:


  • Aceptar: La primera opción es aceptar el riesgo y manejarlo internamente con los recursos disponibles.
  • Mitigación: La segunda opción es mitigar el riesgo tal y como emerjan las nuevas amenazas mediante la adaptación o modernización del activo. El objetivo es restaurar la funcionalidad, parcial o totalmente, en el menor tiempo posible.
  • Transferir: El tercer enfoque es transferir el riesgo; por ejemplo, creando una instalación de repuesto que pueda encargarse de manera rápida de las funciones del activo original, transferir más cantidad de riesgo al mercado de seguros.

La clave para lograr una infraestructura resiliente a un costo asequible es ser selectivo, basar las inversiones en un análisis integral y desarrollar planes de contingencia para los casos en los que no se justifica aumentar la resiliencia. Con la necesidad que tienen los países de rescatar sus economías y sentar las bases para una recuperación sostenible, las inversiones resilientes podrían resultar esenciales para proteger vidas ahora y enfrentar la crisis climática del mañana

En las siguientes entregas veremos los demás componentes de la Buena Mezcla.

Serie la Buena Mezcla.



Fuentes de información.


  • “La infraestructura resiliente es 'invisible', pero ofrece alta rentabilidad”, Amanda Solís Tapia, 2019
  • “Infraestructuras Resilientes: Un Mundo Cambiante”, AECOM, 2021, https://aecom.com/thinkahead-issue2-2018-es/infraestructuras-resilientes/
  • “La infraestructura resiliente es crucial al planificar para un futuro incierto” Bridget Hoffmann, October 30, 2020
  • https://sustainableinfrastructure.org/

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